Ay madre, ya voy con retraso en el diario… ¡Pues si que empezamos bien!
Venga va, comenzamos.
Día 1:
Fecha de la actividad: 20 de octubre de 2017.
Nombre del juego: Roll & Play. Su primer juego.
Editorial: Thinkfun.
Autor: Bill Ritchie.
Ilustrador: Alicia Griffiths.
Edad: a partir de 18 meses hasta 6 años aproximadamente.
Número de jugadores: dos o más jugadores (nosotros jugamos la clase entera de 25 niños).
Tiempo estimado: depende del número de jugadores, de si se juegan todas las cartas o sólo una categoría o de la adaptación que hagáis vosotros del juego.
Componentes: un dado grande de felpa, 48 cartas, 8 de cada categoría e instrucciones.
Cómo se juega: se lanza el dado de felpa, cada cara del dado tiene un color que se corresponde con el de las tarjetas. Cada color representa una categoría: el amarillo emociones, el naranja números y contar, el azul colores, el morado partes del cuerpo, el rojo acciones y el verde sonidos de animales.
Se coge la tarjeta del mismo color y se realiza la acción que indica la tarjeta.
El dado pasa al siguiente jugador y empieza su turno.
Cómo lo jugamos nosotros: ya que estamos en esta nueva estación del año (veroño, otoñano ponedle el nombre que más os guste) aprovechamos el buen tiempo y salimos a las pistas del cole a jugar. Nos sentamos todos en círculo y empezamos la actividad.
Comencé haciéndoles preguntas sobre qué cosas veían de los componentes del juego, un poco para despertar su interés y activar sus aprendizajes previos. El juego es bastante intuitivo, porque enseguida intuyeron cómo se desarrollaba (me van a dejar sin trabajo estos peques!).
Lo que hicimos para que no se aburrieran y se despistaran fue que cuando salía una tarjeta en la que la acción la podían realizar todos, como por ejemplo rugir como un león o frotarse la barriga, primero la hacía el que había tirado el dado y luego la repetíamos los demás. Si no lo hubiéramos planteado así, imaginaros al niño que ha jugado el primero y que tiene que esperar a que terminen el resto de sus compañeros, se aburriría enormemente y se habría perdido todo el sentido del juego.
Al ser una clase de niños de 5 años, todavía no han adquirido totalmente la lectoescritura, por lo que cada vez que salía uno les preguntaba sobre qué creían que tenían que hacer viendo solamente el dibujo, hay algunas tarjetas en las que se puede deducir perfectamente la acción sin necesidad de leer. En los casos en los que no estaba muy claro se las leía yo.
Algunas de estas recomendaciones me las dio Justi González, de El Bosque de Goodys. Por si todavía no sabes quién es, te he dejado el enlace a su página de Facebook, (puedes pinchar en este enlace o buscarla aquí mismo a la derecha), para que conozcas su pedazo de proyecto Enseñando a jugar, aprender jugando.
Qué trabajamos con este juego: como os he comentado en el apartado de cómo se juega, cada color representa diferentes categorías, por lo que estamos desarrollando diferentes habilidades.
- Discriminación de colores: hay que reconocer el color que sale en el dado e identificarlo con las tarjetas correspondientes y además hay una categoría de reconocimiento de colores en las tarjetas.
- Desarrollo de la motricidad gruesa: lanzar el dado (que lo tiraran lo más alto que pudieran les decía), coger las tarjetas y algunas de las acciones que tienen que ir haciendo.
- Reconocimiento de las emociones: les podemos pedir a los otros niños que identifiquen qué emoción está representando el que ha sacado la tarjeta.
- Reconocimiento de números: hasta el 8.
- Comprensión lectora: si ya tienen adquirida la lectoescritura.
Y además:
Aprenden a esperar su turno, trabajan la imitación, el seguimiento de instrucciones (orales o escritas), la atención y la concentración (no pueden seguir la actividad si no han estado atentos a lo que ha salido en la tarjeta).
Cómo se lo pasaron los protagonistas: salvo alguna anécdota puntual del tipo «ese color que me ha salido no me gusta», se lo pasaron todos muy bien. Al tener que ir haciendo acciones aunque no fuera su turno les hizo más partícipes y su atención durante la actividad se mantuvo durante prácticamente toda la sesión.
La valoración de la mayoría fue que les había gustado mucho y un par que les había gustado poquito (tendré que ganarme a los más exigentes).
Conclusión:
Soy una privilegiada por ver esas caras de emoción, de curiosidad y de ganas de aprender. Por eso quería compartirlo con vosotros.
Ya me diréis qué os parece el juego a vosotros o si se os ocurren otras maneras de jugarlo.
¡Os espero en el próximo juego!