Dados: o los quieres o los odias.
Y ¿por qué digo esto? Porque conozco a gente que tiene dadofobia, es decir, no les gustan nada los juegos de dados.
Yo tengo que reconocer sí, que me gustan. El hecho de coger los dados y lanzarlos, el sonido, apilarlos, colocarlos por colores, por números…
Hay muchos juegos de mesa que consisten en tirar y volver a tirar dados. En algunos casos, hay que lanzar muchos.
Hay diferentes tipos de dados, pueden ser de números, de letras o específicos para algún juego. Pueden tener más o menos caras. Nosotros estamos acostumbrados a los que tienen 6 caras, pero existen de más o menos caras, desde los de 4 caras (d4 se llaman) hasta los de 20 caras (d20). Este tipo de dados se utilizan sobre todo para jugar a rol, lo cual tiene muchos beneficios para los niños, como nos cuenta Bebé a Mordor.
También pueden ser de diferentes tamaños. Hay uno muy grande y blandito al que pueden jugar los niños a partir de los 18 meses, que es el Roll and Play. Fue uno de los primeros juegos que probamos en el Proyecto anual de la clase de 5 años.
Supongo que conoces la palabra probabilidad, que vendría a significar cuánto de posible es que ocurra un suceso concreto. Que luego podrá ocurrir o no, por eso es probable, no seguro. Es azar.
Pues eso es lo que pasa con los dados, que a lo mejor tienes una posibilidad entre 6 de que te toque un uno, te puede salir a la primera o tirar 20 veces y nada. Pero la esperanza es lo último que se pierde.
En el colegio, los niños comienzan a familiarizarse con el concepto de probabilidad y estadística a partir de quinto de Educación Primaria. Y la verdad es que una manera de que lo entiendan mejor es hacerlo a través de los dados.
5 JUEGOS DE MESA PARA LANZAR DADOS
1. Dados zombie:
Número de jugadores: a partir de dos jugadores.
Edad: a partir de 10 años, debido a la temática.
Tiempo estimado: 10 minutos aproximadamente.
Editorial: Asmodee.
Autor: Steve Jackson.
Ilustrador: Alex Fernandez.
Precio: aproximadamente 12€. Cómpralo a tu ludotendero u online aquí.
Cómo se juega: el juego se compone de un cubilete y 13 dados. En cada dado aparecen cerebros, pasos y disparos. Hay 6 dados verdes, en los que hay 3 cerebros, dos pasos y un disparo; 4 dados amarillos con dos cerebros, pasos y disparos (están equilibrados) y 3 rojos con un cerebro, dos pasos y tres disparos. Con los verdes es más probable que os toquen cerebros, con los rojos más disparos y con los amarillos las mismas probabilidades. Pero sólo es probabilidad. Ganará el jugador que consiga llegar a acumular 13 cerebros.
Sois unos zombis que coméis cerebros. Se lanzan siempre 3 dados cada vez. Cada cerebro que os salga en las tiradas los acumularéis y serán los puntos que iréis acumulando. Si salen pasos es que el humano ha escapado y si queréis seguir jugando, tendréis que volver a lanzarlos. Los disparos también se acumulan. Si a lo largo de vuestro turno salen 3 disparos, perdéis todos los cerebros. Le tocará al siguiente jugador.
Necesitaréis papel y lápiz para ir apuntando las puntuaciones de cada jugador.
Puedes ver un video de Andrés Palomino en el que explica una adaptación para que puedan jugar niños a partir de cinco años.
Habilidades que trabaja: competencias matemáticas (sumas, probabilidad), visopercepción, psicomotricidad fina, atención sostenida, automonitorización, toma de decisiones, autoinstrucciones.
Por qué me gusta este juego: me gusta mucho porque cuando juego con los niños puedo ver si son más arriesgados, si por ejemplo a pesar de tener dos disparos acumulados quieren seguir tirando, o por el contrario, son más conservadores, prefieren ir poco a poco antes de perder todos los cerebros. Y luego porque me da pie a trabajar con ellos las autoinstrucciones, primero yo hago de modelo y voy haciendo mi pensamiento en voz alta para que a continuación lo hagan ellos.
2. Story Cubes:
Número de jugadores: de 2 a 9 jugadores.
Edad: a partir de 8 años, pero con alguna adaptación se puede empezar a jugar con menos.
Tiempo estimado: dependiendo de cómo se juegue de 10 minutos a media hora.
Editorial: Asmodee.
Autor: Rory O’Connor.
Ilustrador: Rory O’Connor.
Precio: 10€ aproximadamente. Cómpralo a tu ludotendero u online aquí.
Cómo se juega: se lanzan los nueve dados y se cuenta una historia con las imágenes que han salido. A partir de ahí hay muchas aplicaciones y adaptaciones.
Para los más pequeños se les pueden dar menos dados, así les es más fácil y no tienen que organizar tantos dados.
Pueden hacerlo de manera oral o escrita. Pueden hacerlo por grupos y llegar a acuerdos. Podemos trabajar lenguas extranjeras. Podemos trabajar emociones.
Te dejo una reseña de cómo se juega con Jugando en pareja.
Habilidades que trabaja: competencia lingüística (oral y escrita), razonamiento, visopercepción, atención selectiva, memoria a largo plazo, planificación y organización, automonitorización, toma de decisiones.
Por qué me gusta este juego: porque es un juego muy versátil, con muchísimas adaptaciones y aplicaciones, para jugar en casa, en el colegio o en terapia. Puedes meter los 9 dados en una bolsita y te los puedes llevar a cualquier lado. Hay un montón de versiones que puedes combinar para ampliar. A mi me gusta mucho uno que hay de fantasía.
3. Piko Piko:
Número de jugadores: de 2 a 7 jugadores.
Edad: a partir de 8 años.
Tiempo estimado: unos 20 minutos.
Editorial: Mercurio.
Autor: Zoch Verlag.
Ilustrador: Doris Matthäus.
Precio: unos 17€ aproximadamente. Encárgaselo a tu ludotendero u online aquí.
Cómo se juega: el juego consta de 8 dados y unas fichas. Los dados están numerados del 1 al 5 y otra cara que tiene un gusano. Las fichas van del 21 al 36, en las cuatro primeras hay un solo gusano, las siguientes cuatro dos, las siguientes cuatro 3 y las cuatro últimas, cuatro gusanos. Ganará el jugador que haya conseguido tener más gusanos en sus fichas.
Se colocan las fichas numeradas de mayor a menor a la vista de todos los jugadores. Con la puntuación que consigas al final, cogerás la ficha que tenga esa puntuación. Tiras todos los dados y eliges cuáles quieres coger. Eliges qué número te quieres llevar y coges todos los dados que tengan el mismo número en esa tirada y los apartas. Si quieres puedes seguir tirando. Coges otro número de los dados que haya salido, teniendo en cuenta que ya no podrás volver a coger la misma puntuación que hayas retirado previamente. Es imprescindible para coger ficha haber cogido al menos un gusano. Puedes plantarte cuando quieras y cogerás la ficha correspondiente a lo que tengas del total de tus dados. Si tiras y en algún momento no puedes coger ningún dado porque todos los números ya los has retirado previamente, se termina tu turno y no coges ficha.
Puedes leer más en el blog de Misut Meeple.
Habilidades que trabaja: competencias matemáticas (cálculo y probabilidad), visopercepción, atención selectiva, planificación, automonitorización, toma de decisiones, flexibilidad cognitiva.
Por qué me gusta este juego: en el despacho lo utilizo mucho porque me da pie a explicar el concepto de multiplicación. Las primeras veces que lo juegan les dejo sumar, por ejemplo 5+5+5+5=20. Pero una vez han cogido la dinámica del juego, no les dejo sumar el mismo número, ya les explico que cuando un número se repite una serie de veces hay que multiplicar. Les ayudo diciendo ¿cuántos 5 tienes? ¿Entonces tienes que multiplicar 5 por…? Y poco a poco lo van consiguiendo. Y después harán un poco de operaciones combinadas. Y a pesar de que soy muy pesada con el «¡no sumes, acuérdate de que si un número se repite varias veces tienes que…!» a ellos les gusta jugar.
4. Monza:
Número de jugadores: de 2 a 6 jugadores.
Edad: a partir de 5 años.
Tiempo estimado: 15 minutos aproximadamente.
Editorial: Haba.
Autor: Jürgen Grunau.
Ilustrador: Haralds Kalvinius.
Precio: unos 17€ aproximadamente. Pídeselo a tu ludotendero u online aquí.
Cómo se juega: el juego consta de un tablero con un circuito de carreras, seis dados con una cara de cada color y seis coches de colores que se corresponden con los colores de los dados. Cada jugador elige un coche y se coloca en la salida. El jugador inicial tira todos los dados a la vez y tiene que ir usando los que necesite para avanzar. Moverá su coche a través de las casillas de colores que vaya eligiendo de cada dado. Para poder avanzar las casillas deberán estar tocándose. Ganará el jugador que antes llegue a la meta.
Puedes leer una reseña en el blog de Tang de Naranja.
Habilidades que trabaja: discriminación de colores y psicomotricidad fina en los niños más pequeños, visopercepción, atención sostenida, planificación y organización, automonitorización, toma de decisiones.
Por qué me gusta este juego: para iniciar a los niños en los juegos de mesa es ideal, aprenden a respetar los turnos de juego, a tirar los dados, a gestionar sus emociones si no ganan. Les gusta mucho y es un juego muy agradable para jugar en familia.
5. Código secreto 13+4:
Número de jugadores: de 2 a 4 jugadores.
Edad: a partir de 8 años.
Tiempo estimado: unos 15 minutos aproximadamente.
Editorial: Haba.
Autor: Jürgen Grunau.
Ilustrador: Stefan Fischer.
Precio: unos 17€. Cómpraselo a tu ludotendero u online aquí.
Cómo se juega: el juego consta de un tablero, 4 personajes, 6 dados con diferentes números y unas fichas que serán las alarmas que hay que desactivar. Somos unos ladrones y queremos robar la imagen de Amon Ra. El guarda de seguridad ha encendido las alarmas, así que tendremos que ir desactivando los códigos de seguridad para que no se activen. Cada alarma tiene un número, tendremos que tirar nuestros dados y conseguir, mediante diferentes operaciones matemáticas, el número que aparece en la alarma.
Se puede adaptar para niños más pequeños si solo pueden usar sumas y restas.
Puedes ver un video de Tang de Naranja explicando cómo se juega.
Habilidades que trabaja:competencias matemáticas (cálculo), visopercepción, atención sostenida, memoria de trabajo, automonitorización, toma de decisiones, flexibilidad cognitiva.
Por qué me gusta este juego: tendría que decirlo en plural. A pesar de que podría desanimarles que tienen que hacer operaciones matemáticas, les encanta. A veces les pido que busquen un mismo resultado haciendo diferentes operaciones, lo que me da pie a explicarles que no siempre hay un único camino correcto para llegar a la misma solución.
CONCLUSIONES
A los más pequeños les gusta tirar dados. Y a muchos mayores también.
Es cierto que al depender del azar, aunque tengamos una estrategia planeada en un juego, si los dados no acompañan, será imposible ganar. No dependerá que ganemos una partida de nuestra capacidad para organizar y planificar.
Los más pequeños hacen juego libre con ellos, los apilan, los ponen en fila… y aprender a cogerlos bien y a lanzarlos mejora su psicomotricidad fina.
Es muy divertido lanzar los dados. A todos los niños les gusta.
Y a ti, ¿te gustan los juegos con dados? ¿Juegas con otros?
Te espero en los comentarios.
