Después del parón que tuvimos la anterior semana, continuamos jugando el viernes pasado.
Al ser fiesta en Madrid capital, algunos de los peques no vinieron al cole porque se fueron de puente con sus familias.
Día 3:
Fecha de la actividad: 10 de noviembre de 2017.
Nombre del juego: Speed Cups
Editorial: Mercurio.
Autor: Haim Shafir.
Ilustrador: Yaniv Shimoni y Barbara Spelger.
Edad: De 6 años en adelante.
Número de jugadores: de 2 a 4 jugadores. Hay una expansión del juego para que pueden jugar dos personas más. (Speed Cups 2).
Tiempo estimado: 15 minutos.
Componentes: 4 cubiletes rojos, 4 verdes, 4 amarillos, 4 azules, 4 negros, 24 cartas, un timbre e instrucciones.
Objetivo del juego: ser el jugador que consiga el mayor número de cartas.
Cómo se juega: se reparte un set de 5 cubos de diferente color a cada jugador. Se ponen el mazo de cartas boca abajo y el timbre en el centro de la mesa y por turnos cada jugador va volteando una de las cartas.
Juegan todos a la vez y el que sea más rápido en colocar los cubiletes con la misma secuencia de colores que aparece en la carta y tocar el timbre, se llevará esa carta.
Los dibujos de las cartas pueden aparecer de dos maneras: en horizontal o en vertical.
Si aparecen en horizontal deberemos poner los cubiletes uno al lado del otro y si aparecen en vertical, unos encima de otros.
Cómo lo jugamos nosotros: al querer hacerlo en el patio, lo primero que tuvimos que hacer fue adaptar los materiales. Durante la semana anterior las profes se encargaron de buscar las papeleras de los cinco colores que necesitábamos y yo realicé las tarjetas en grande para que las pudieran ver bien.
Nos sentamos en un círculo y les expliqué en qué consistía el juego, vimos los colores de las papeleras y les puse ejemplos de los dos tipos de cartas (horizontales y verticales).
Al igual que jugando al Fantasma Blitz, les colocamos por grupos según la mesa en la que se sientan (roja, verde, amarilla y azul). Primero participaban dos equipos, los otros dos se sentaban en las gradas (y animaban, que es muy importante) y luego se cambiaban.
Les colocamos en fila, unos detrás de otros y las papeleras en el otro extremo de las canchas. Volví a explicarles el juego. Cada miembro del equipo se encargaba de una papelera, el primero iba corriendo hasta la papelera del color correspondiente y la traía donde estaban el resto de sus compañeros, a continuación salía el segundo y así sucesivamente. El último del grupo tenía que ir corriendo a tocar el timbre.
Comenzamos con una tarjeta en la que había que colocar las papeleras en vertical. Según empezaron a traer papeleras nos dimos cuenta de que había algunos que no lo estaban haciendo bien, por lo que cuando ya habían terminado de colocar las papeleras vimos en el acto entre todos si lo habían hecho bien o no, de esta manera el feedback es inmediato y lo entienden mejor. Repetimos con otra tarjeta en vertical y ya entonces si que lo hicieron perfectamente. Cambiaron y salieron los otros dos grupos e hicimos lo mismo, también dos cartas en vertical.
Después volvieron a salir los dos primeros grupos y probamos con las cartas en horizontal. En la primera carta hubo algunos que ponían los cubos indistintamente a la izquierda o derecha, por lo que para la segunda carta que hicieron les marcamos en el suelo con tiza dónde debían poner el primer cubo y la dirección hacia donde tenían que ir colocando los siguientes. Esta ayuda les facilitó mucho la colocación de las papeleras.
Qué trabajamos: las habilidades que trabajamos para esta adaptación del juego, son las siguientes:
- Psicomotricidad gruesa: al tener que salir corriendo hacia el color de la papelera correcto y traerla hasta la línea donde tenían que dejar los cubos.
- Discriminación visual: diferenciar entre los diferentes colores de las papeleras.
- Atención selectiva: tenían que estar atentos al siguiente color que tenían que ir a buscar.
- Memoria de trabajo: al salir corriendo y no tener el modelo a la vista tenían que ser capaces de recordarlo hasta llegar a su papelera correspondiente.
- Planificación: a un nivel muy básico, mientras uno de los compañeros iba a por la papelera, el siguiente iba pensando ya qué papelera tenía que coger para poder salir corriendo en cuanto dejaran la papelera en el suelo.
- Control de impulsos: al tener que esperar que la anterior papelera estuviera colocada, no salir corriendo cuando su compañero estuviera cerca.
Cuando se juega en mesa el aspecto fundamental de este juego (y su gracia) es la velocidad de procesamiento, ya que el que más rápido ve cómo están colocados los colores y coloca los cubiletes gana la carta.
Cómo se lo pasaron: como siempre, a algunos les gustó más y a otros menos, pero a ninguno dijo que no le había gustado nada.
Se podría pensar que al ser niños de 5 años que tienen que esperar en las gradas a que llegue de nuevo su turno, se levantarían o alborotarían de alguna manera al cansarse de esperar, pero tenían tantas ganas de jugar que estuvieron esperando pacientemente.
Conclusión:
Este es otro de los juegos que consideramos imprescindible en cualquier ludoteca. Un juego con reglas muy sencillas y que se explica muy rápido.
Lo hemos adaptado para que puedan jugar niños más pequeños de la edad recomendada, primero sacando varias tarjetas en una posición y luego en otra. Estoy segura de que antes de final de curso puedo mezclarles ambas cartas y que lo harán bien.
Y tu, ¿has probado este juego? ¿Os lo habéis pasado tan bien como nosotros?
Nos leemos en la próxima entrada.